La cara oculta de las pizarras del Unicaja
PEDRO LUIS ALONSO. - DIARIOSUR 28/09/2020
El gibraltareño Jason McMahon, de la firma Coachboards, suministra este importante equipamiento, personalizado, a más de la mitad de los clubes
ACB y dos de la NBA.
Jason McMahon las diseña y elabora con mimo, y más tarde los técnicos de baloncesto descargan en ocasiones sus iras sobre ellas y las destrozan. Hablamos de las pizarras de superficie vileda que emplean los entrenadores en sus instrucciones en los tiempos muertos y que la firma de este empresario gibraltareño ha conseguido implantar en más de la mitad de los clubes ACB actualmente y en dos franquicias de la NBA, los Toronto Raptors y los Boston Celtics.
Pese a ser un mercado tan específico, Coach Board, la firma en cuestión, es sólo una entre una decena de ellas nacionales, pero la más implantada en el mundo del baloncesto y la que abastece desde su creación, hace una dé- cada, al Unicaja. Como McMahon trabaja de for- ma más directa con entrenadores que con clubes, al moverse los primeros de un destino a otro, entrando y saliendo de forma escalonada del recinto.
Suele ser el objeto de las iras de muchos entrenadores en los tiempos muertos, y el club malagueño es cliente fijo su mapa de entidades a las que suministra va cambiando, pero la relación con el Unicaja es perenne. «Llevo yendo a todos los entrenamientos del equipo desde la etapa de Scariolo (que le introdujo en los Raptors), y tenía también mucha amistad con Aíto. Por cercanía con Gibraltar, el Unicaja es mi equipo. Veo sus parti- dos desde la etapa en Ciudad Jardín...», reconoce McMahon, que desvela también que Luis Casimiro es un entrenador sencillo en cuanto a preferencias en el
dIseño de las pizarras. Actualmente usan dos, la estándar, con el dibujo de toda la pista, y otra con dos zonas orientadas en la misma dirección.
McMahon también está ligado en lo técnico al baloncesto. DirIge a la selección sub-16 y sub-18 de Gibraltar y es director técnico de la selección femenina absoluta. Fue precisamente en un viaje a Andorra con el primer combinado en 2010 cuando surgió la idea empresarial. «La FIBA cambió la zona, con líneas
rectas, y se modificó la distancia del perímetro para los triples. Entonces quise comprar una pizarra con las nuevas dimensiones, y no la había», relata.
El empresario gibraltareño se creó una y pocas semanas después hizo una para Aíto con el logo del Unicaja. «Fue en un partido con el Baskonia, salió en la tele (en un tiempo muerto) y me empezaron a llamar por ello», recuerda. «Me registré como empresa continúa y cuando traté de patentar el modelo que hacía, mis diseños ya estaban en el mercado, con lo que lo hice al revés, y por eso suelo ir cambiándolos cada dos o tres años, porque mu- chas me han copiado»,
La gama de precios, tamaños y diseños abre un amplio abanico. Las hay entre 35 y 120 eu- ros fundamentalmente, con ejemplares que incluyen hasta cinco pistas, cuatro de menor tamaño, y una mayor o menor elaboración en cuanto a logotipos o nombres.
McMahon trabaja actualmente con el Barcelona, Unicaja, Baxi Manresa MoraBanc Andorra, Jo- ventut, Coosur Betis, Casademont Zaragoza, Movistar Estudiantes, pero la movilidad de muchos técnicos le ha llevado también a hacer trabajos para el Real Madrid, el Baskonia y otros muchos. Lo normal es venderles un total de cuatro por temporada a cada entrenador, por el deterioro inevitable que pueden tener por su uso también en entrenamientos. Asimismo, ofrece pizarras para otros deportes de equipo, como fútbol, fútbol sala, balonmano, béisbol, fútbol americano, voleibol, hoc- key, rugby, tenis y waterpolo.
Entre sus iniciativas, destaca la que comenzó con Joan Plaza hace cuatro años cara al Día del Cáncer de Mama (19 de octubre), con pizarras rosas que luego se subastan para causas benéficas. También ha trabajado para una fundación con la Universidad de Connecticut, de las más prestigiosas del mundo a nivel femenino (cuna de Diana Taurasi, por ejemplo).
Con el paso de los años han surgido nuevas ideas, como los diseños de plástico flexible, unos de madera con borrador incorporado, siempre para hacer frente a la hora de marcar jugada al avance imparable de las tecnologías. De hecho, en algunos clubes, en especial en la NBA (con grupos de trabajo de hasta quince técnicos), las ‘tablets’ comienzan a imponerse a las pizarras clásicas de plástico o aluminio.